| Victoria Márquez |
Las elecciones generales del 20 de diciembre revuelven a todo el mundo y los debates parecen arrojar sobre el papel las debilidades y fortalezas de cada partido. Pero el espectáculo fue sin duda el debate del 7 de diciembre propiciado por el grupo de comunicación atresmedia. Un debate a cuatro que fue moderado por la periodista Ana Pastor y Vicente Vallés y protagonizado por tres candidatos y una vicepresidenta, una mujer entre hombres. Dos partidos tradicionales y dos emergentes, todos influenciados por el resultado de las últimas encuestas, que dejan a Ciudadanos en buen lugar, y presionados también por los futuros votos. Tres partidos que luchan por el poder y uno que se arraiga en su defensa para no perderlo.
Cuestiones como la economía, la corrupción, la sanidad, la educación, la reforma electoral y Cataluña dominaron el debate. Pedro Sánchez aseguró estar tranquilo a pesar de que las encuestas le sitúen a punto de caer en la tercera fuerza en oposición. Para Albert Rivera y Pablo Iglesias era un todo o nada, tenían mucho que ganar y poco que perder. Así se enfrentaron un Albert Rivera confiado y que derrochó confianza por el resultado de las encuestas y un Pablo Iglesias que triunfó sin duda cuando defendió su postura libre de corrupciones frente a las tres fuerzas, momento en el que más flojeó Soraya Sáez de Santa María.
Sin embargo, el Partido Popular es sin duda alguna la fuerza política más cuestionable. Quizá para el presidente no fue suficiente con Luis Bárcenas y sus cuentas en Suiza, los numerosos delitos de Fabra, la red de corrupción del denominado caso Gürtel o el dinero en negro que subvencionó a los populares a nuestras espaldas. Quizá no fue para tanto las protestas a la ley del aborto, la reforma laboral, los recortes en educación o los ataques a la sanidad. Quizá el 3+2 y la ley mordaza fue todo un acierto y la subida de impuestos es lo mejor que pudieron hacer en plena crisis. Que quizá piense que todo esto se olvida si se comporta como un líder inmovilista que no da la cara en los debates asegurando que “los debates importantes son entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición”, pero señor presidente, el bipartidismo ya no existe. Habrá que esperar al lunes 14 de diciembre para escucharlo debatir frente al líder socialista.
Redacción Digital Blog 